VENTANAS LARGAS Y ESTRECHAS
No siempre es necesario modificar el tamaño o las proporciones de las ventanas. En casas antiguas no es raro encontrar, por ejemplo, ventanas con bonitos arquitrabes y marcos de madera que constituyen por sí mismos interesantes elementos decorativos.
En estos casos, la solución idónea suelen ser estores, romanos o festoneados, montados en el interior del hueco de la ventana.
Si, por el contrario, una ventana sin ningún rasgo destacable resulta demasiado estrecha en relación con la pared, puede crearse la sensación de que es más grande colocando directamente encima de ella una barra o un riel de forma que se prolongue algunos centímetros por ambos lados. Las cortinas deben llegar hasta el suelo y durante el día pueden sujetarse con un alzapaños para no obstaculizar el paso de la luz. Para reducir ópticamente la altura de la ventana, nada mejor que una galería o un bandó fruncido que oculte parte del extremo superior. Tanto la galería como el bandó deben colgarse directamente encima de la ventana.