En muchas ocasiones la sala de estar es la primera y a menudo única dependencia que verán las visitas y dará una idea de su forma de vida y del conjunto de su vivienda.
Piense en un espacio para charlar apaciblemente o para su ocio y el de su familia.
Agrupe los asientos y hágalos confortables, bien se trate de almohadones en el suelo o de sofás o sillones convencionales con cojines. Compleméntelos con pequeñas mesas auxiliares.
No es necesario escoger un mobiliario completo. En ocasiones es suficiente una preciosa silla, un sofá, una mesa… personalice en función de sus necesidades y medios y siempre disfrutará del placer de poseer un objeto que le guste.
La circulación es un factor a tener en cuenta. No bloquee los espacios libres interiores. Si no hay un paso definido procure establecer uno.
No es necesario levantar un tabique. Puede utilizar una librería, un panel de madera tejida del techo al suelo, incluso el respaldo de un sofá para dividir una pieza.
Si las ventanas de la sala dan a la calle y suele ser una habitación dedicada al ocio y diversión, téngalo en cuenta a la hora de elegir con qué vestirlas para aportar intimidad y protección contra el sol.