…es esencial no olvidarlo porque constituye un principio fundamental para vestir adecuadamente las ventanas.
Luz y sol van juntos.
Las ventanas al este reciben el sol de la mañana. Sus rayos nos despertarán al alba. Las ventanas al oeste están soleadas durante el mediodía. ¿Te gustaría comer con el sol en los ojos? Necesariamente deben ser cubiertas con algún sistema de cortina.
El sol decolora y deteriora ciertas fibras. Por lo que una adecuada protección puede ayudar a prolongar la duración de los muebles, suelos de madera y alfombras, si estuviesen expuestos de forma continua.
Para esos casos, lo ideal, es utilizar tejidos oscurantes, foscurits, o forrados que puedan ofrecer una mayor resistencia al sol, bien confeccionados en cortina o en estor.
Otro hecho a tener en cuenta es la evidencia de que siendo los cristales de las ventanas transparentes una vista desafortunada (azoteas, patios interiores…) puede omitirse totalmente con una decoración interior adecuada.
La mayor parte de las ventanas pueden abrirse, lo que origina un intercambio de aire entre el interior y el exterior.
Si eres de los que les gusta tener las ventanas abiertas, elige unas cortinas que te permitan gozar de una brisa refrescante en las noches de verano, pero que protejan también de un sol demasiado brillante o contra los vientos fríos. Las cortinas superpuestas, estores y visillos transparentes con cortinones forrados etc. con una alternativa que da mucho juego en estos casos.
Independientemente del grado de aislamiento que tengamos en nuestra vivienda, la sensación visual influye igualmente en la decoración de nuestras ventanas. Digamos que es una cuestión sicológica. Tendremos una sensación de frescura con unos visillos en tejido ligero en verano y de abrigo con unos tejidos gruesos ocultando la nieve que cae en el exterior…