El vestir las ventanas es tan divertido a veces olvidamos ciertos aspectos prácticos. Si lo tenemos en cuenta, evitaremos muchos posibles problemas que podrían surgir a posteriori.
Actualmente todos los tejidos llevan una etiqueta. Esta etiqueta, aparte del nombre del producto, modelo, colorido, lleva el contenido de fibras, que pueden ser naturales como el algodón y el lino, artificiales como el poliester, rayon o nylon. También, evidentemente, hay tejidos confeccionados con mezclas de dos o más fibras.
Si conocemos las características de estas fibras, podemos escoger la que más nos conviene.
También la etiqueta menciona el tratamiento especial que pudiera haberse aplicado al tejido: antimanchas, anti-arrugas, etc. así como las instrucciones de lavado y mantenimiento.
Entonces, ¿cuáles son las cualidades primordiales que debe reunir un tejido para cortinas?
Debe, evidentemente, tener buena caída: Se puede coger el tejido en pliegues al peso para comprobarlo y hacerse una idea.
La durabilidad. Su resistencia es otro factor a tener en cuenta si las cortinas van a sufrir roces durante su accionamiento.
La decoloración por el sol. Hay tejidos que son más sensibles que otros al sol. En estos casos es preciso tenerlo en cuenta para buscar alternativas o soluciones que eviten un pronto deterioro (forros, por ejemplo)
Estabilidad. ¿Estirará o encogerá el tejido? No sólo después de una limpieza en seco, sino como consecuencia de, por ejemplo, la humedad ambiental. Cuanto más flojo sea el tejido  menos estable será